De la comunidad escolar a la comunidad educativa.

Voy a dedicar este espacio a hacer un análisis de cómo hemos pasado de una comunidad escolar a la comunidad educativa actual.

La idea de comunidad, va unida a una asociación de personas que, por lo general, tienen intereses comunes, circunstancia que justifica la vinculación estrecha entre ellas.
En una comunidad se presupone:

• Diversidad frente a unidad, por lo que se producen inevitables diferencias personales, e incluso divergencias, pero que al contrario de ser un obstáculo deben ser una herramienta de trabajo.
• Iniciativas frente a reglamentos, las cuales han de ser canalizadas y tenidas en cuenta.
• Relaciones de cooperación frente a relaciones de competitividad.
• Presenta un grupo organizado frente a tendencias desintegradoras.

Las comunidades escolares hacen referencia a asociaciones con un sentido centrípeto de la vida académica, volcadas sobre sí mismas, centradas en lo inmediato, rehuyendo cualquier tipo de implicación social.

Enfrentadas encontramos las comunidades educativas, que aunque deriban de las comunidades escolares, éstas están formadas por todos lo elementos personales que intervienen en el Centro, con manifiesta vocación de trascender hacia el medio social en el cual se halla inserta por motivos de localización geográfica.  Se preocupa de todo lo que sucede en el interior del establecimiento escolar, pero pretende relacionarse con el exterior, mediante una doble vía:

• Recepción de influjos externos procedente del medio natural, social y cultural, que, convenientemente trabajados, posean valor educativo y significado pedagógico.
• Aportación, a este mismo ambiente que rodea al centro, de las influencias instructivo-formativas más representativas del Centro.

Como vemos, la gran diferencia se encuentra en que las comunidades escolares solo se preocupan por lo que ocurre dentro del centro, sus alumnos y profesores mientras que la comunidad educativa amplía horizontes de posibilidades y expectativas nuevas, enriquecedoras, traspasando los muros del centro escolar e implicando a todos los agentes de la comunidad educativa: familias, profesorado, alumnado, personal de servicios, instituciones etc., además de aprovechar el entorno que rodea al centro para enriquecer la educación.


Bibliografía: F. García Requena. Organización escolar y gestión de centros educativos.